jueves, 10 de noviembre de 2016

Quiebra de Racing Club: Introducción

El expediente de Racing, en la justicia.
Uno de los episodios mas oscuros de la historia del fútbol argentino, sin duda alguna, ocurrió el 10 de Julio de 1998. El presidente de Racing Club de Avellaneda, por aquel entonces Héctor Daniel Lalín, presentaba el pedido de quiebra con continuidad. Según él mismo, único método para que el club siguiera existiendo, ya que este se encontraba en convocatoria de acreedores y no podía volver a hacerlo, este hecho le permitía a la institución seguir funcionando en tanto que la justicia investigaba si la deuda presentada era legitima o no. 

El 13 de Julio de ese año, la quiebra es decretada por la justicia, y el juez Enrique Gorostegui y la sindico Liliana Ripoll quedaron al mando del club. Ese día también es recordado por el mítico "redoblantazo" en la cara a Lalín, mientras daba un discurso a la salida del juzgado, que le causo un profundo corte debajo del ojo izquierdo.


Pero lo peor aun no había llegado. El 5 de Marzo de 1999, ocho meses después de la asunción en la comisión que dirigía a Racing, la sindico Ripoll pronunciaría la frase que quedo grabada para siempre en el mundo futbolero, pero principalmente, tatuada en los corazones y mentes de los hinchas racinguistas: "Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir".


A partir de allí, sucedieron montones de cosas: movilizaciones de hinchas, que hasta llenaron el estadio del club un día en el cual no se jugaba partido o protegieron sedes del club para que no sean rematadas; se le inicio juicio a varios dirigentes del club de la década del 90', entre ellos 3 ex-presidentes, incluido Lalín, acusados de "administración y quiebra fraudulenta"; el gerenciamiento de Blanquiceleste S.A. que no solo no logro salvar la deuda del club, sino que la aumento; el titulo de 2001 después de mas de tres décadas sin salir campeón del torneo local, y muchas historias mas.


Todo esto ocurrió en el lapso de 10 años, entre 1998 y 2008, año en el que el abogado e interventor del club, Héctor García Cuerva, da por finalizado el gerenciamiento de Blanquiceleste en Racing (la empresa termina quebrando ese mismo año a raíz de las deudas que tuvo en la gestión) y el club finalmente vuelve a ser de los socios, cuando se elige como presidente a Rodolfo Molina.

Quiebra de Racing: Los años 90, la década oscura

Entre los años 1990 y 2000, Racing Club vivió su momento mas catastrófico, a tal punto que estuvo al borde de desaparecer.

La historia no empieza aquí. Para eso, hay que remontarse al año 1984, apenas unos meses después de la vuelta a la democracia en el país, el entonces presidente del club, Enrique Taddeo, presento a la institución en Convocatoria de Acreedores ante el juzgado en lo Civil y Comercial Nº 16 de La Plata, a cargo de Enrique Gorostegui.

Por ese entonces, Racing penaba desde los futbolistico, ya que había descendido un año antes, y recién lograría la vuelta a Primera División en 1985. Mientras tanto, los hinchas observaban como el club iba cayendo de a poco, a pesar de los dos títulos internacionales conseguidos en 1988 (Supercopas Sudamericana e Interamericana), y como, desde la vereda de enfrente, su clásico rival, Independiente, vivía el final de sus años dorados.

Ya en la década del 90', alterna campañas buenas y malas, sin lograr salir campeón. Sin embargo, empieza a preocupar la situación económica del club. Tanto en las presidencias de Juan De Stéfano (presidio desde 1987 hasta 1995) como las de Osvaldo Otero (1995-1998) y Hector Daniel Lalín (1998 hasta que es reemplazado por Gorostegui y Ripoll) se empieza a notar movimientos raros en las transferencias de los jugadores. Mas allá de las promesas de campaña de algunos candidatos, como Lalín, en las que se aseguraba la austeridad del club, los gastos en compras a jugadores no escatimaban, sino todo lo contrario, ya que se pagaban grandes fortunas por jugadores de renombre, como Diego Latorre, Gastón Sessa y también por otros jugadores que pasaron desapercibidos en la institución. Pero además, los jugadores que dejaban el club, muchas veces lo hacían con el pase en su poder o los clubes interesados abonaban una pequeña suma de dinero para llevárselos.


Las deudas del club iban creciendo cada vez mas, los acreedores aparecían con mas fuerza reclamando el dinero que se les debía, había cientos de cheques rebotados por no tener fondos. Y un día, todo exploto. Ese día fue el 10 de Julio de 1998, poco mas de 6 meses de asumir como presidente (paradojicamente, lo hizo el 28 de Diciembre de 1997, el "Día de los Inocentes"), Daniel Lalín hacia a la justicia el pedido de quiebra con continuidad del club, lo que permitia que este siguiera en funcionamiento, mientras se investigaba la deuda del club (por aquel entonces los acreedores reclamaban unos 34 millones de pesos/dolares, entre ellos, se encontraba el mismísimo presidente del club).



Tres días mas tarde, el 13 de Julio, el juez Enrique Gorostegui aprobaba el pedido de quiebra de la constitución, esta misma quedaba bajo la tutela del juez y de la sindico Liliana Ripoll. Ese mismo día, se da una de las imágenes mas significativas del momento que vivía el club: mientras el presidente Lalín hablaba a la salida del juzgado, recibió un golpe con un redoblante que arrojaron los hinchas que esperaban afuera del edificio, lo que le genero un grave corte en su rostro. En ese breve comunicado que dio, explico que este pedido de quiebra seria lo único que mantendría con vida a Racing.




Meses mas tarde, el 3 de marzo de 1999, la sindico hacia el anuncio que quedaría tatuado en la memoria popular, y especialmente, en los hinchas de Racing que veían como el club cada vez empeoraba más y más su situación. "Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir" fueron las palabras de Ripoll, refiriéndose al presente del club.



A partir de aquí, el corazón del hincha se hizo mas fuerte que nunca, y comenzó a demostrar su gran cariño por los colores. Tanto es así, que cuatro días después del anuncio, el 7 de marzo, se congregaron masivamente al estadio a alentar a un equipo que no podía presentarse a jugar por medidas judiciales que había tomado el juez Gorostegui (algo que se repetiría muchas veces durante este periodo). También se hicieron su presencia en el evento de remate judicial de la sede de Villa Del Parque del club, que termino en escándalo, con hechos de violencia, heridos y detenidos.











En los primeros días de octubre, la Justicia toma cartas en el asunto y pide la detención de los últimos 3 presidentes del club (De Stéfano, Otero y Lalín), junto a otros 26 dirigentes de sus comisiones directivas, acusados por el juez Bravo de "administración y quiebra fraudulenta".
















Durante todo este transcurso, el club varias veces se vio obligado a cerrar sus puertas de manera provisoria, sobre todo por la gran presión que ejercían algunos de los acreedores; sin embargo, el juez Gorostegui autorizo la habilitación del club para que este se mantuviera abierto al menos hasta el 30 de Diciembre de 1999. Después de esa fecha analizaría si el club se mantendría como estaba o cerraría sus puertas definitivamente.



Quiebra de Racing: Nuevo milenio, nuevos problemas


Comenzado el año 2000, Racing seguía sin saber que le depararía su futuro, ya que la situación estaba cada vez mas compleja. Algunos de los viejos dirigentes eran juzgados por Manuel Bravo por la causa de administración fraudulenta mientras que otros ya habían conseguido que se le retiren los cargos, al menos de algunos de los puntos de la causa. En tanto, desde la AFA, presidida por Julio Humberto Grondona, se habían intentado varios planes de salvataje del club con la convocatoria de acreedores, pero todas resultaron fallidas.




A mediados de ese año, se aprueba en el Poder Legislativo, y posteriormente es promulgada por el Ejecutivo, la Ley de Fideicomiso N° 25.284, que consistía en la creación de un régimen de administración especial para asociaciones civiles sin fines de lucro dedicadas a las actividades deportivas que atraviesen quiebras decretadas o en condiciones de hacerlo. Además, extendía el plazo para negociar con los acreedores de los clubes entre 3 y 9 años, y aseguraba la continuidad sin peligro de cierre o de remate. Esta Ley no solo favoreció a Racing, sino que también ayudo a varios equipos que estaban pasando por la misma situación, como lo eran Español, Temperley y Chaco For Ever, entre otros.

Para dar paso a la ley, el juez Gorostegui nombra a un Triunvirato (Órgano Fiduciario) integrado por Néstor Bugallo (Lic. en administración de empresas), Eduardo Gilberto (contador) y Carlos Veslosada (abogado) y así la sindico Liliana Ripoll deja su cargo. En tanto, el interventor Hector García Cuerva, que había asumido a principio de año, negociaba con distintos grupos económicos el gerenciamiento del club.



A finales de ese mismo año, Gorostegui y García Cuerva llegan a un acuerdo con Fernando Marín (actual director de Futbol Para Todos) y así Blanquiceleste Sociedad Anónima se hace cargo del club y del estadio a partir del 2001. La empresa se comprometía a sanear las finanzas del club y pagar todas las deudas que mantenía en un periodo de 10 años, con dos opciones para continuar de 5 años cada una. Como García Cuerva fue el que dio el aval final a la empresa, empezó a ser mal visto por los hinchas y por los que se oponían a la gerenciadora.




Ya como parte de la gerenciadora, el club se salva del descenso en la primera parte del año y luego se corona campeón del torneo Apertura 2001 de la mano de Reinaldo "Mostaza" Merlo, luego de mas de tres décadas sin obtener ningún titulo local. A pesar de esto, lo que parecía ser la luz hacia la superficie, solo era un ilusión que se desvanecería rápidamente.


En 2002 Nicolás Dilernia asume como nuevo interventor de Racing, para controlar las acciones que realizaban tanto Blanquiceleste como el Órgano Fiduciario. Sin embargo, los malos resultados futbolisticos volvieron a aparecer y la gente cada vez mas miraba de reojo al gerenciamiento.

Para empeorar la situación, la empresa comenzó a arrojar déficit en sus balances de fin de año y cada vez mas eran los problemas de deudas, pagos a los jugadores y cheques sin fondo. En el año 2006, Fernando Marín deja la presidencia de Blanquiceleste y por ende, del club, y vende todas sus acciones de la organización a quien era su socio (hasta ese momento) y vicepresidente, Fernando De Tomaso, quien asumiría al mando de un barco que cada vez mas se parecía a un Titanic.

Quiebra de Racing: La pesadilla finalmente acaba



Desde la asunción de De Tomaso hasta el año 2008 todo fue empeorando. El gerenciamiento había tocado fondo, todo el mundo sabia sobre las deudas con otras empresas, la falta de pagos a los jugadores, los cheques rebotados. Sumado a esto se abrieron 30 causas desde Agosto de 2006, entre ellas 13 eran pedidos de quiebra, entre los que se destacan los de los ex entrenadores Reinaldo Merlo y Gustavo Costas y el ex jugador Claudio López. A el máximo dirigente del club y de la empresa se le abrieron 5 causas desde agosto del año siguiente, de las cuales 2 eran por parte de su ex-socio, Fernando Marín.

Sumado a esto, el equipo no daba respuesta dentro del campo de juego, y desde 2006 comienza un declive, con campañas muy malas que finalizaron con un ultimo puesto en el Torneo Clausura 2008 y posteriormente una promoción para evitar el descenso a la B Nacional frente a Belgrano de Córdoba, al mando del técnico Juan Manuel Llop.

Cansados de estas situaciones, los hinchas del club comenzaron a movilizarse de manera continua a las sedes del club, pidiendo la renuncia de la comisión directiva y que finalice el gerenciamiento, que, a fin de cuentas, no había cumplido con lo prometido. Estas presiones tuvieron sus frutos finalmente.

En 2008, vuelve a asumir como interventor Hector García Cuerva, con la convicción y seguridad de que pondría fin al gerenciamiento del club. La justicia aprueba el pedido, pero le deja la responsabilidad hasta mitad de ese año a Blanquiceleste de hacerse cargo del club. El 7 de Julio se rescinde el contrato con la empresa y horas mas tarde la justicia la declara en bancarrota.






García Cuerva queda a cargo del club hasta Diciembre, mes en el que los socios tuvieron la posibilidad de votar nuevamente al presidente de su club después de 11 años. Pero un par de días antes, el juez Gorostegui firma la petición para darle fin a la aplicación de la Ley de Fideicomiso, levantar la quiebra del club y así facilitar el proceso de normalización, aunque Racing debería pagar la ultima cuota de la quiebra, que era de unos 5.7 millones de pesos. El 21 de Diciembre, con el 44,9% de los votos, Rodolfo Molina se consagra como el nuevo presidente electo de Racing, el primero después de la etapa mas oscura que vivió el club.